Los padres de Charlie L. Morales llegaron a San Francisco desde El Salvador. Él y sus hermanos pasaron su tiempo explorando la ciudad y disfrutaron de un profundo sentido de comunidad. Cuando llegó el momento de ir a la universidad, Morales aplicó a UC San Diego sin haberla visto. Al llegar al campus la noche anterior a la orientación, no tenía dónde vivir, ni ayuda financiera ni sistema de apoyo. Decidido a tener éxito, aprendió los entresijos de la universidad, encontró mentores y creó un camino que era exclusivamente suyo. Ahora es consejero universitario en su ciudad natal y ayuda a estudiantes como él a dar forma a su futuro.
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